sábado, 5 de noviembre de 2011

Una más en casa, un blog más despierto

Semana liada, fin de semana que seguirá por el mismo camino, ¡pero noticias frescas para despertar de nuevo este blog! :P

Ha habido un cambio importante en casa, y es que, tal como dejé adivinar en mi Twitter, y ya conté a algunas personas, tengo una nueva inquilina en casa. En concreto, una persona que conocí ya hace años por Internet, cuando todavía tenía inspiración para escribir historias por Esflog y Fotolog. Ella era una de mis lectoras más fieles, comentaba cuando podía dando su opinión, y yo también llegué a leer algunos textos suyos. Pues ambas teníamos la misma pasión por narrar historias que rondasen por nuestras cabezas. Luego abandoné Esflog, fui dejando atrás el messenger, y durante unos años no supimos apenas la una de la otra, hasta que tuve noticias de que vivía... ¡Aquí en Vigo! No, no es que lo hiciera siempre, pues ella es vasca de origen y de sangre, y tuvo que viajar por varias ciudades hasta aterrizar en la olívica, donde tiene también a su novia. Estuvo compartiendo piso con unos chicos para dividirse los gastos, mientras iba buscando trabajo... Y bueno, en el momento en que mi amiga, al fin, alcanzó su sueño, empezó un nuevo calvario para ella.

Hablo de una persona que tuvo una vida muy difícil, que tuvo y tiene que luchar muchísimo. Su sueño, ya cumpliéndose, es empezar ya con el tratamiento que le ayudará a dar el cuerpo que realmente le corresponde. Hablo de una persona transexual, una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre que tan sólo quiere poder verse al espejo y reconocerse en él. No es algo que hace daño a los demás, y el poder completar esa meta la haría infinitamente feliz. Ya lo está siendo con la hormonación, a pesar de los dolores que le provocan los cambios que va sufriendo su cuerpo y unas rodillas bastante lastimadas. El problema es que, cuando comenzó con el tratamiento y se lo contó a sus compañeros de piso... Empezaron los problemas. Humillaciones, noches en vela por llegar de fiesta a las 3 de la mañana, montar barullo y no hacer callar a la perra "propiedad" de un dueño demasiado irresponsable para incluso sacarla a la calle todos los días. Por supuesto, mi amiga no aguantó más. Semanas atrás recibí una llamada de auxilio por su parte por el móvil, pidiendo tan sólo que le guardásemos sus cosas en el trastero hasta que encontrase otro lugar donde dormir. Pues con unos suegros nada hospitalarios, sin una buena familia a la que volver, ni lugar a donde ir, su única opción era una pensión, albergue para sin-techos, o la calle directamente. Y la pobre sin trabajo.

Tras meditarlo durante días, mi madre decidió, tras consultarme a mí, acogerla en casa. Al principio no quería, entre varias cosas por el temor a que acabasen discutiendo, y nosotras perdiésemos nuestra amistad. Tampoco nuestra economía está precisamente boyante, pues a mí ya se me acabó el paro, y la próxima semana tengo ya que enterarme de otras ayudas mientras vaya echando por aquí y por allá currículums. En principio no podemos permitirnos alimentar una boca más, al menos no sin apretar el cinturón hasta casi asfixiarnos. Y, aún así, no podíamos permitir que una persona conocida quedara en la calle teniendo una habitación de sobra donde pudiera ya no sólo descansar cuando le diera la gana, sino incluso poner tranquilamente sus cosas sin temor a que alguien se las robe.

Así que, desde este miércoles, tengo a mi amiga en casa, mucho más tranquila y aliviada tras haber abandonado aquél piso maldito. No sabemos cuánto durará la cosa, pero está yendo por el momento bastante bien ^_^. Y al menos, a pesar de la duda, una vez ayudé a mi madre a dar el paso, también duerme más tranquila. Entre la mudanza, y el dedicarle más tiempo, además que me cuadraron controles esta semana, ya estoy menos en el ordenador. ¡Pero no desaparecida! Todavía queda que el gato termine de acostumbrarse a ella, pues es demasiado territorial, y muchas veces, sobre todo al principio, se abalanzó varias veces bufando. Aunque ahora ya está más tranquilo xD.

El día que supe qué era un transexual, no me costó absolutamente nada entenderlo. Quizás porque estoy demasiado acostumbrada a crear personajes, a fijar su físico y su mentalidad. Y a veces, incluso, personajes con varios aspectos, como aquél Cavan licántropo o mis dragones. Me sorprende demasiado que haya gente incapaz de aceptar algo tan sencillo. Ya no digo entenderlo, sino aceptarlo. Por eso me da rabia que mi amiga lo pasara y lo pase tan mal por algo que ella no ha elegido realmente, que es el nacer en un cuerpo que no le corresponde. No es como ser demasiado bajito o demasiado alto, o feo o guapo. No es algo que cure sólo el quitarse de encima el complejo y aprender a quererse a sí mismo. Se trata de mirarte en el espejo y ver a otra persona diferente, de un sexo diferente. A pesar de mi imaginación, me cuesta realmente hacerme a la idea exacta de lo agobiante que debe de ser eso. Pero sé que lo es, y que los transexuales que no se han tratado sufren mucho por ello. Por eso creo que es más fácil apoyarles que rechazarles. El odio siempre es malo, y es venenoso. Por eso no sólo estoy muy feliz de haber podido ayudarla aunque sea un poco, sino orgullosísima de que mi madre dejase su recelo atrás de meter a una persona en casa, sus preocupaciones por la economía, y decidiese compartir lo poco que tenemos con una persona necesitada.

Cambiando de tema radicalmente xD, el proyecto conjunto entre Lu y yo ya ha arrancado, con dos especiales de Halloween y me huelo que una nueva actualización por parte de ella en camino ^__^. El enlace lo encontraréis entre mi lista de páginas a la derecha, Across the Time and Space. No os cortéis en echarle un ojo y dejar opinión. Y espero que os vaya gustando :)

¡Saludos y mordiscos!